Cualquier cosa

Esta vez no tengo otra cosa que hacer. Es fácil escribir cualquier cosa. Esto me hace acordar de ciertos "poemas ganadores de Certámenes Poéticos" que hoy me crucé por los ojos. Pero ahora entiendo perfectamente porqué siempre se citan en los libros diversas definiciones de "Poesía". Y es porque para cada uno tiene su significado. Ahora comprendo por qué cualquiera es un poeta. Y por qué yo nunca voy a llegar a eso.

Adonde sí pienso llegar es al once de octubre. Que Dios (o lo inexplicable, como quieran) me permita llegar vivo y sano a ese día, a esa noche. Quiero estar en el recital. Mientras tanto y hasta entonces supongo voy a seguir aprendiendo cosas como vengo tratando de hacerlo todos los días. Ciertamente algo aprendido deja una satisfacción de plenitud, más que de vacío, no como dice Nietzche en su "Más allá del bien y del mal". Algo aprendido no pierde significado, sino que toma su forma real frente a nuestros ojos. Frente a los míos. Hablo de mí. Es claro que quien no sepa del tema que estudia dirá que es desabrido. Cuando uno aprende todo fluye, todo corre, como siempre, como antes, o mejor.

Dejo unos versos que no me gustan.


La lluvia negra
cae
invisible, derrotada,
sobre las raucas sendas.
Los árboles danzan
canciones de vientos
desconocidos
que no me resultan
extraños.

Tal vez en otra vida
yo fui esta gota de agua
fría.

Mis palabras
no son más que
un vaho
que se esparce
durante esta
larga
oscuridad.

Un minuto de silencio
para mi egoísmo.