The Unhappy Club

viernes, abril 28, 2006

Me voy a tomar el té...

Son las tres y media de la mañana y acá tengo una flor blanca, que parece, pero no es... También pareció que Google se burlaba de mí cuando, al poner "Floripondio" en la casilla de búsqueda, por primera vez me tiró en la cara una dirección con la foto y la descripción más precisas que vi hasta ahora de esta planta de mierda...
"Me voy a tomar el té" iba a ser un título de victoria, pero desde ya la flor me hace alucinar cosas que no existen.
Estoy considerando seriamente asistir a un vivero, este asunto necesita una solución lo más pronto posible.

Ya veo va a ser un largo, largo invierno...
Voy a tener tiempo para hacer sufrir a mis amigos que no van a tomar, contándoles de los casos más dramáticos que han ocurrido en torno al estimado té de floripondio; voy a tener tiempo para muchas cosas, cosas del destino. Voy a tener que esperar, matar el tiempo. Cuánto tiempo uno mata por las cosas que quiere a veces... Y otras veces uno cuánto se arrepiente... No se puede vivir sin eso que nos da ansias en el momento, y lo demás no importa... tanto. Es sólo un momento, y de a momentos, se hace la vida...
No sé qué hacer en este momento con mi vida. Quiero experimentar con drogas, a modo de investigación-hobbie, para no aburrirme, conocer otras civilizaciones, otros universos, por el sólo hecho de soñar.

Hace muy poco llegué a la conlusión bastante razonable de lo estúpido que es vivir sufriendo, el ya no querer soñar. Para explicarme puedo formular lo siguiente:
Uno, si vive, tiene a elección su modo de ver la vida, más allá de lo que haya en su corazón bazofia. Frente a uno mismo están (todos de pie): Dolor, Indiferencia, y Amor (Qué es el Amor?)... He aquí claro como el agua que si se ha de vivir, es estúpido seguir a los primeros dos, porque el primero escapa hacia atrás, y el segundo se queda parado. Creo que el Amor, va con los ojos abiertos por un jardín de flores, que son paquetes con veneno (o cáliz alucinógeno en la medida apropiada). Creo que el Amor va precavido, y arriesgado, y que alguna flor le es inerme, y que esa, esa flor, es como la realidad hecha un sueño.

No tengo sueño... Son las cuatro y catorce... Estuve durmiendo todo el día... Ya escribí mucho.